Los celos entre hermanos son una dinámica común en muchas familias y pueden surgir en cualquier etapa de la vida. Estos sentimientos son una respuesta emocional natural que puede tener tanto efectos negativos como positivos en el desarrollo de los niños. Este artículo explora las causas, manifestaciones y estrategias efectivas para manejar los celos entre hermanos, con el objetivo de promover relaciones familiares saludables.
Ìndice de Contenidos
- 1 Causas de los celos entre hermanos
- 2 Manifestaciones de los celos entre hermanos
- 3 Cambios emocionales
- 4 Estrategias para manejar los celos entre hermanos
- 5 Dar la noticia de la llegada de un hermano
- 6 La llegada del bebé y los primeros celos
- 7 Compartir juguetes entre hermanos
- 8 Pasar tiempo con mamá y con papá
- 9 Las travesuras entre hermanos
Causas de los celos entre hermanos
Atención parental desigual
- Percepción de preferencias: Los niños pueden sentir que sus padres tienen un favorito, lo que puede generar celos. Esta percepción puede ser real o imaginada.
- División del tiempo: La llegada de un nuevo hermano a menudo resulta en que los padres dediquen más tiempo al recién nacido, lo que puede provocar sentimientos de desplazamiento en los hijos mayores.
Comparaciones
- Comparaciones directas: Frases como “¿Por qué no puedes ser más como tu hermano?” pueden fomentar la rivalidad.
- Expectativas diferentes: Los padres pueden tener expectativas diferentes para cada hijo, basadas en sus habilidades o personalidades, lo que puede provocar celos.
Competencia por recursos limitados
- Recursos materiales: La competencia por juguetes, espacio personal, o dinero puede generar conflictos.
- Afecto y reconocimiento: Los niños compiten por el afecto y el reconocimiento de sus padres, maestros y otros adultos significativos.
Diferencias de personalidad y etapas de desarrollo
- Rasgos individuales: La personalidad de cada niño influye en cómo manejan los celos. Algunos pueden ser más sensibles o inseguros que otros.
- Etapas de Crecimiento: Las diferentes etapas de desarrollo pueden acentuar los celos, especialmente durante la adolescencia, cuando los niños buscan más independencia y reconocimiento.
Manifestaciones de los celos entre hermanos
Comportamiento agresivo o hostil
El comportamiento agresivo o hostil es una de las formas más evidentes en las que los celos entre hermanos pueden manifestarse. Este tipo de comportamiento incluye acciones tanto físicas como verbales, que reflejan la frustración y el malestar del niño que experimenta los celos.
Peleas y disputas
- Peleas físicas: Incluyen empujones, golpes, patadas y cualquier otra forma de agresión física. Estas peleas suelen surgir por la competencia por recursos como juguetes, atención de los padres, o simplemente como una respuesta impulsiva a la frustración.
- Disputas verbales: Consisten en gritos, insultos, y discusiones acaloradas. Las disputas verbales son una manera en la que los hermanos expresan sus sentimientos de injusticia o competencia. Estas peleas verbales pueden ser constantes y a menudo aumentan en intensidad si no se gestionan adecuadamente.
Provocaciones y burlas
- Provocaciones: Los hermanos pueden intentar molestar o irritar al otro de manera deliberada. Esto puede incluir tomar cosas sin permiso, interrumpir juegos, o hacer cosas que saben que molestarán al otro.
- Burlas: Las burlas son comentarios hirientes o despectivos dirigidos a hacer sentir mal al otro hermano. Pueden centrarse en aspectos personales, logros, o cualquier área que el niño celoso perciba como una vulnerabilidad del otro.
Estos comportamientos agresivos y hostiles no solo afectan la relación entre los hermanos, sino que también pueden tener un impacto negativo en el ambiente familiar en general. Es crucial que los padres intervengan para enseñar habilidades de resolución de conflictos y promover una comunicación saludable entre los hermanos, ayudándolos a manejar sus sentimientos de celos de una manera constructiva.
Regresión en el comportamiento
La regresión en el comportamiento es una respuesta común a los celos entre hermanos. Es una forma en la que los niños intentan recuperar la atención y el afecto de sus padres actuando de manera más infantil o mostrando conductas disruptivas.
Actuar como bebés
Algunos niños pueden comenzar a comportarse de manera infantil para atraer la atención de sus padres. Este comportamiento regresivo puede incluir acciones como chuparse el dedo, usar lenguaje de bebé, pedir que los carguen, o demandar ayuda para tareas que ya podían realizar solos, como vestirse o comer.
- Motivación: La regresión a comportamientos infantiles es una forma en la que los niños buscan recuperar el tiempo y la atención que sienten haber perdido con la llegada de un nuevo hermano o ante una atención percibida como desigual. Al actuar como bebés, esperan que sus padres les brinden el cuidado y la atención que asocian con estas etapas tempranas de su vida.
Problemas de comportamiento
Los celos pueden llevar a que los niños desarrollen conductas disruptivas, tanto en el hogar como en la escuela. Estas conductas pueden incluir desobediencia, berrinches, agresividad, y dificultades para seguir reglas o instrucciones.
- Consecuencias: Las conductas disruptivas pueden ser una forma de llamar la atención, aunque sea negativa. Los niños pueden preferir recibir una reprimenda o castigo antes que sentirse ignorados o menospreciados. Estas conductas pueden afectar el ambiente familiar, generando tensiones y conflictos, y también pueden influir negativamente en el desempeño académico y las relaciones con compañeros y maestros.
La regresión en el comportamiento es una señal clara de que un niño está luchando con sentimientos de celos. Los padres deben estar atentos a estos comportamientos y abordar las causas subyacentes de manera constructiva. Al brindar atención equitativa y apoyo emocional a todos sus hijos, los padres pueden ayudar a reducir estos comportamientos regresivos y fomentar un ambiente familiar más armonioso y comprensivo.
Cambios emocionales
Los cambios emocionales son una manifestación significativa de los celos entre hermanos. Estos cambios pueden afectar profundamente el bienestar emocional y psicológico de un niño.
Tristeza y ansiedad
Los niños pueden experimentar sentimientos persistentes de tristeza y ansiedad como resultado de los celos. Estas emociones surgen de la percepción de ser menos amados o valorados en comparación con su, sus hermano, hermanos.
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- Tristeza: La tristeza puede manifestarse en forma de llanto frecuente, desánimo, y una pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban. Los niños pueden sentirse abatidos y tener una perspectiva pesimista sobre su lugar en la familia.
- Ansiedad: La ansiedad puede presentarse como preocupación constante, nerviosismo, y comportamientos evitativos. Los niños pueden preocuparse excesivamente por la atención y el amor de sus padres, temiendo que sean insuficientes o inadecuados.
Baja autoestima
La comparación constante con un hermano, especialmente si es percibida como negativa, puede deteriorar la autoestima de un niño. Sentirse menos competente, menos apreciado o menos exitoso que un hermano puede hacer que el niño desarrolle una autoimagen negativa.
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- Autoevaluación negativa: Los niños con baja autoestima pueden dudar de sus habilidades y valor personal. Pueden pensar que no son lo suficientemente buenos en comparación con su hermano.
Búsqueda de atención
La búsqueda de atención es una manifestación común de los celos entre hermanos. Los niños que sienten que no están recibiendo suficiente atención de sus padres pueden recurrir a diversas tácticas para asegurarse de que se les note.
Comportamiento exagerado
Los niños pueden esforzarse en exceso para sobresalir en áreas como los estudios, deportes, arte u otras actividades. Este esfuerzo desmedido tiene como objetivo obtener elogios, reconocimiento y atención de sus padres.
- Motivación:
- Validación: Al lograr altos niveles de rendimiento, los niños esperan recibir más atención y reconocimiento, lo cual puede estar motivado por la necesidad de sentirse valorados y amados.
- Competencia: Pueden ver estas áreas como campos de competencia directa con sus hermanos, tratando de superarles para ganar la aprobación de sus padres.
- Impacto:
- Positivo: El logro en sí mismo puede ser beneficioso, fomentando el desarrollo de habilidades y la autodisciplina.
- Negativo: La motivación detrás del esfuerzo puede generar estrés, ansiedad, y una presión innecesaria para mantener altos niveles de rendimiento. También puede llevar a una dependencia de la aprobación externa para la autoafirmación.
Problemas de salud simulados
Algunos niños pueden fingir enfermedades o lesiones para captar la atención de sus padres. Esto puede incluir quejas frecuentes de dolor, síntomas simulados, o exageración de molestias menores.
- Motivación:
- Atención directa: Fingir una enfermedad o lesión puede garantizar que los padres se centren en ellos, brindándoles cuidado y preocupación.
- Interrupción de la rutina: Este comportamiento puede ser una forma de interrumpir la rutina familiar y redirigir el enfoque de los padres hacia ellos.
- Impacto: A corto plazo: Los niños pueden recibir la atención y el cuidado que buscan, lo cual refuerza este comportamiento.
A largo plazo: Puede llevar a una dinámica familiar disfuncional donde los problemas de salud simulados se convierten en un patrón habitual para obtener atención. Esto también puede resultar en desconfianza entre padres e hijos, afectando la relación a largo plazo. Además, puede crear preocupaciones innecesarias para los padres y desviar la atención de problemas de salud reales.
Estrategias para manejar los celos entre hermanos
Fomentar la individualidad
- Reconocimiento individual: Reconocer y valorar las habilidades y logros únicos de cada niño.
- Actividades individuales: Pasar tiempo de calidad a solas con cada hijo, realizando actividades que disfruten.
Evitar comparaciones
- Enfocarse en el Esfuerzo: Alentar a los niños a esforzarse en lugar de compararlos entre sí.
- Resaltar Fortalezas: Hablar positivamente sobre las fortalezas y características únicas de cada niño.
Promover la cooperación
- Actividades en equipo: Fomentar juegos y actividades que requieran trabajo en equipo y colaboración.
- Resolver conflictos: Enseñar habilidades de resolución de conflictos y comunicación efectiva.
Establecer reglas y límites claros
- Consistencia en la disciplina: Aplicar las mismas reglas y consecuencias para todos los hijos.
- Justicia y equidad: Ser justo en la distribución de recursos y responsabilidades.
Crear un ambiente de apoyo
- Validar Sentimientos: Escuchar y validar los sentimientos de celos sin juzgar.
- Modelo de Conducta: Los padres deben modelar comportamientos de respeto y empatía.
Buscar ayuda profesional si es necesario
- Asesoramiento familiar: Si los celos están causando problemas significativos, un terapeuta familiar puede ayudar a abordar las dinámicas subyacentes.
- Intervención temprana: Cuanto antes se aborden los problemas de celos, más fácil será resolverlos.
Los celos entre hermanos son una parte natural de la vida familiar, pero cuando no se manejan adecuadamente, pueden tener efectos duraderos en las relaciones y el bienestar emocional de los niños. Entender las causas y manifestaciones de los celos es el primer paso para abordar este desafío. Con estrategias efectivas, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar relaciones más armoniosas y a crecer en un ambiente de apoyo y comprensión.
Pero, ¿nos hemos preguntado cómo se sienten nuestros pequeños al saber de la llegada de un nuevo miembro a la familia?, al saber que tendrá que compartir sus juguetes, su espacio, pero sobre todo el amor de sus padres… ahí pueden estar naciendo los primeros celos entre hermanos.
Los niños no saben interpretar bien sobre los tiempos que los padres pasan con ellos, y con esto me refiero a cuando los papás tienen alguna visita en casa.
No importa si han estado todo el día a tu lado, aún así, no quieren separarse de ti y ¡vamos!, te aman demasiado y se sienten seguros a tu lado. Sin embargo, debemos de saber establecer tiempo con ellos para que no sea un problema a futuro.
La llegada de un nuevo bebé es una noticia muy importante y hay que saber dársela a conocer a nuestros pequeños.
Dar la noticia de la llegada de un hermano
Es bueno que antes de estar embarazadas de nuevo, o si piensas tener otro hijo en un futuro, hablar de esto con tus hijos de una manera positiva, siempre recalcar que tendrá un amigo incondicional para jugar, contarse secretos, nunca estará solo y siempre se tendrán el uno al otro.
Si ya te encuentras en periodo de embarazo comienza a tener charlas con tu pequeño, desde cómo va creciendo el bebé en tu barriga. Decirle que él pasó por el mismo proceso. Eso los emocionará al imaginarse dentro de tu barriga, cosa que de otra manera no podrán experimentar.
Haz que le hable a su nuevo hermanito, así irá creando un vínculo amoroso con el bebé.
Cuando los niños son pequeños es más fácil que la noticia de tener un nuevo hermano les emocione. Es lo que pasa en la mayoría de los casos, aunque también deben de estar preparados para la negación de que se les una un nuevo integrante.
Una gran mayoría de niños entre los 3 y 5 años incluso quieren un hermanito y lo piden a sus padres, claro, ellos solo piensan en tener a alguien para jugar todo el tiempo ya que estas acciones lo pueden ver con otros compañeritos de la escuela, vecinos, primos etc.
Pero ¿qué pasa cuando las cosas no son pura maravilla?
La llegada del bebé y los primeros celos
Prepárate que aquí viene lo bueno. Antes de ese día tan esperado habla con tu hijo sobre los cuidados que tiene un bebé tan pequeño. Dile que mamá tendrá que pasar tiempo con él ya que es muy pequeño para estar solito y necesita de atención constante. Así se irá interesando a estar cerca de él cuándo lo lleves a casa.
Al estar en casa mide tus tiempos con ambos hijos. Claro un bebe recién nacido necesita de atención completa y al estarte recuperando del parto no tendrás tiempo ni fuerzas para jugar con otro pequeño, para eso el apoyo de los padres es muy importante.
Si tu hijo llora por tu atención, si no quiere acercarse al bebé cuando estás cerca de él, si comienza a tener acciones incorrectas que no tenía con anterioridad, no lo regañes. Es un proceso al que todos deben de acostumbrarse y más para un pequeño que estaba acostumbrado a recibir toda la atención.
Compartir juguetes entre hermanos
Los juguetes son un tema de debate para los niños, siempre quieren más y más y es difícil compartirlos, los pleitos más usuales entre hermanos suele ser por juguetes.
A la llegada de un nuevo bebé se reciben toda clase de juguetes, con sonidos llamativos y diferentes colores, peluches grandes, chicos etc. Así que deja que tu hijo mayor también se acerque a los juguetes de su hermano.
Así le estarás enseñando que todos pueden compartir y no tiene nada de malo que ambos jueguen con los mismos juguetes, de esa manera cuando ambos crezcan y comiencen a jugar con juegos más interactivos sabrán que deben de compartirlos y cada quien tendrá su tiempo con ciertos juguetes.
Incítalos a compartir su tiempo, imaginación y juguetes con los demás niños no solo con sus hermanos, recordemos que una mente egoísta no lo llevará a ningún lado pero si aprende a compartir se le abrirán muchas puertas de amistad y nos ahorraremos bastantes berrinches, créeme.
Pasar tiempo con mamá y con papá
Lo más importante que nunca debemos de dejar pasar es dejarle muy en claro a nuestro hijo que la llegada de su hermanito no influirá el amor que sienten por él.
Este es uno de los problemas más grandes, los niños piensan que son reemplazados y que sus papás quieren más a su nuevo hermanito que a él.
No cambies su rutina, si jugaban por las tardes o salían al parque continúa haciéndolo. Sin embargo, deberá de entender cuando no sea posible hacer las actividades que normalmente hacían y para eso una buena comunicación con tu hijo es esencial.
Habla con tu hijo siempre, dile cuanto lo amas y no solo a él, dile cuanto los aman, que él y su hermanito son lo más importante y que el amor que sienten por ellos es igual para ambos. De esa manera irá sintiéndose más cómodo con la situación y ayudará a que se lleven mejor.
No lo regañes si hace algo mal, si le grita a su hermanito o en casos llegan a empujarlos, etc. Claro hay que llamarles la atención por la actitud que está tomando sin embargo se debe de hacer de una manera en la cual no se vea la preferencia hacia el otro hijo.
Y si, es algo difícil el no enojarse cuando alguno de tus hijos tiene un mal comportamiento y más si es hacia su hermano, pero como padres hay que saber neutralizar nuestros sentimientos y ser objetivos al momento de llamarles la atención.
Las travesuras entre hermanos
Los niños seguirán siendo niños, no importa cuánto hables con ellos, y esto no es necesariamente malo. Harán bromas a sus hermanos, como esconderse de ellos, pelear por juguetes, la atención de los padres, asustarlos entre otras cosas, y los hermanos pelean entre sí.
Pareciera algo natural que traemos en nuestro sistema y a veces se hace algo divertido. Los que tenemos hermanos sabemos que hay momentos donde quisiéramos ser hijos únicos y no tener que compartir nada con ellos.
Pero esto no se compara con el sentimiento de felicidad y amor que sentimos al poder compartir algo nuevo con nuestros confidentes más cercanos.
Todas esas risas y horas de juegos nunca las cambiaríamos por nada, así que no te preocupes, deja que los hermanos arreglen sus asuntos de la manera que lo crean más prudente y verás que la relación entre ellos solo se hará cada día mejor, más saludable y se fortalecerá con esos secretos y platicas que solo tenemos con los hermanos.
Si estás en esta etapa de tu vida sabemos que no es nada fácil. El traer vida al mundo y además criarlos para que sean personitas de bien no es sencillo y si le agregamos los celos entre hermanos será un dolor de cabeza. Pero nada fuera de lo ordinario, es algo que no podrás evitar sin embargo si podrás mejorar las cosas, las relaciones entre ellos y fortalecer el amor que tienes hacia tus pequeños.
Las risas que te sacarán con sus travesuras y ocurrencias no las cambiarás por nada.
Disfrútalos y pasa el mayor tiempo posible con ellos, porque el tiempo vuela…