El cuidado adecuado del cordón umbilical en los recién nacidos es fundamental para prevenir infecciones y asegurar una curación óptima. A continuación, te presentamos una guía extensa que cubre todos los aspectos del cuidado del cordón umbilical, desde técnicas de limpieza hasta consejos para manejar complicaciones comunes.
Ìndice de Contenidos
¿Qué es el cordón umbilical?
El cordón umbilical es el conducto que conectaba al bebé con la placenta en el útero, suministrando nutrientes y oxígeno esenciales durante el embarazo. Tras el nacimiento, el cordón no tiene más funciones y es cortado, dejando un pequeño muñón que eventualmente se secará y caerá.
Proceso de curación
El muñón del cordón umbilical típicamente se seca y cae dentro de las primeras dos semanas de vida, aunque en algunos casos puede tardar un poco más. Durante este tiempo, es crucial mantener el área limpia y seca para evitar infecciones.
Técnicas de limpieza y cuidado del cordón umbilical
El cuidado apropiado del cordón umbilical es crucial para evitar complicaciones y fomentar una curación saludable. Aquí profundizamos en las técnicas de limpieza y cuidado para manejar correctamente el muñón umbilical.
Mantén el área seca
La humedad puede ser un caldo de cultivo para bacterias que podrían causar infección, para evitar esto:
Baños de esponja: hasta que el cordón umbilical se caiga, es preferible no sumergir al bebé en una bañera. En su lugar, utiliza una esponja o un paño suave y limpio, mojado con agua tibia. Asegúrate de escurrir cualquier exceso de agua para mantener el área lo más seca posible.
Secado cuidadoso: después de cada limpieza, usa una toalla suave para dar toquecitos delicados alrededor del área del cordón, nunca frotes la zona para evitar irritación.
Limpieza correcta
Una limpieza adecuada es vital para prevenir infecciones y promover una rápida curación:
Uso de hisopos de algodón: humedece un hisopo de algodón con agua tibia y, si es necesario, un poco de jabón suave. Frota suavemente alrededor de la base del cordón umbilical para limpiar cualquier suciedad o residuo pegajoso.
Técnica suave: evita aplicar presión directa sobre el muñón. Enfócate en limpiar suavemente la piel alrededor del cordón para mantener la zona sin irritantes.
Evitar el uso de alcohol: en el pasado, era común la recomendación de usar alcohol para limpiar el muñón del cordón umbilical, pero las pautas actuales sugieren que simplemente mantener el área limpia y seca es suficiente. El uso de alcohol puede irritar la delicada piel del bebé y, además, el secado excesivo del cordón con alcohol puede retardar el proceso natural de desprendimiento.
Evita cubrir el cordón
El contacto constante con materiales húmedos o sucios puede incrementar el riesgo de infección y retrasar el proceso de secado:
Ajuste del pañal: considera el uso de pañales diseñados con una muesca para el cordón umbilical o simplemente dobla la parte superior del pañal convencional para evitar que cubra el muñón. Esto no solo previene la irritación, sino que también mantiene la zona aireada y seca.
Cambio frecuente de pañales: asegúrate de cambiar los pañales sucios de manera rápida para mantener un ambiente seco y limpio alrededor del área del cordón.
Ropa adecuada
La elección de la ropa puede influir significativamente en la curación del cordón umbilical:
Prendas ligeras y holgadas: opta por ropa que no ajuste demasiado alrededor del área del cordón. Las prendas amplias permiten una mejor circulación del aire, lo que ayuda al proceso de secado.
Tejidos transpirables: utiliza tejidos naturales como el algodón, que permiten una buena ventilación y evitan la acumulación de humedad.
Al seguir estas técnicas detalladas de limpieza y cuidado, puedes contribuir a un proceso de curación saludable y sin complicaciones para el cordón umbilical de tu recién nacido. Estas prácticas no solo previenen infecciones, sino que también confortan al bebé durante sus primeros días de vida.
Signos de complicaciones
Aunque la mayoría de los muñones del cordón umbilical se curan sin problemas, es importante estar alerta a signos de posibles complicaciones:
Enrojecimiento o hinchazón: una pequeña cantidad de enrojecimiento en la base del cordón es normal. Sin embargo, si el enrojecimiento se extiende o está acompañado de hinchazón, puede ser signo de infección.
Secreción maloliente o purulenta: una pequeña cantidad de secreción clara es normal, pero si notas pus o un olor fétido, es importante consultar al pediatra.
Sangrado persistente: es normal un ligero sangrado cuando el cordón se cae, pero si el sangrado es constante o abundante, se debe buscar atención médica.
Fiebre: una fiebre en un recién nacido siempre es motivo de preocupación y requiere atención médica inmediata, especialmente si se acompaña de otros signos de infección en el área del cordón.
Cuidados después de la caída del cordón
Una vez que el cordón se haya caído, es posible que el área aún se vea un poco cruda o ligeramente sangrante. Continúa manteniendo el área limpia y seca hasta que la piel esté completamente curada.
Consulta al pediatra
Es vital consultar al pediatra si tienes preocupaciones sobre el cuidado del cordón o si observas cualquier signo de infección. El pediatra puede ofrecer orientación adicional y, si es necesario, tratamiento para asegurar la salud del recién nacido.
El cuidado del cordón umbilical es una parte esencial de los primeros días de cuidado de un bebé. Siguiendo estas pautas, puedes ayudar a garantizar un proceso de curación seguro y saludable para tu recién nacido.
Y para terminar un dato curioso sobre el cordón umbilical, sabías que el cordón umbilical puede «guardar» células madre: El cordón umbilical es rico en células madre hematopoyéticas, que son las que pueden transformarse en diferentes tipos de células sanguíneas. Estas células son extremadamente valiosas para tratar enfermedades como leucemias y otros desórdenes sanguíneos. Muchos padres optan por almacenar la sangre del cordón umbilical en bancos de células madre para un posible uso futuro en tratamientos médicos. Este hecho resalta la importancia médica del cordón umbilical más allá de su función durante el embarazo.