¿Ha preguntado su hijo por la posibilidad de montar a caballo?
Muchos niños están deseando montar a caballo, pero los padres a menudo no son tan entusiastas debido a los posibles peligros asociados a permitir que sus pequeños entren en contacto con animales tan grandes. Sin embargo, montar a caballo es una actividad segura, con muchos beneficios para las mentes y cuerpos en crecimiento.
La equitación permite al niño establecer una estrecha conexión con un animal y proporciona una experiencia vital excepcional que le permite establecer una relación y aceptar la responsabilidad de amar y cuidar a un poni o un caballo. Además, montar y cuidar de un caballo puede ayudar en muchos aspectos del aprendizaje y el desarrollo.
La actividad no sólo fomenta la salud y las habilidades físicas, sino que también ayuda al desarrollo de habilidades sociales y mejora la agilidad mental que les beneficiará en el futuro. Para quienes ya tienen un caballo seguro es más sencillo el inculcar ese amor por el mundo equino, para quien no lo tenga solo debe buscar un lugar a dónde llevar a su hijo, mencionarle cosas referentes a los caballos, mostrarle alguna tienda online como Guarnicionería Hermanos Gómez donde encontrar todo lo necesario para estar bien equipado, y poco a poco disfrutar de paseos a caballo.
He aquí 5 formas en las que la equitación puede beneficiar el desarrollo de su hijo.
Ìndice de Contenidos
Salud física y mental y buena forma física
La actividad física es fundamental para el desarrollo óptimo de los niños y la equitación ofrece un medio único, desafiante y divertido de hacer ejercicio al aire libre que pueden hacer con sus amigos.
Los masajistas profesionales explican que la equitación hace trabajar casi todos los grupos musculares y desarrolla la fuerza, la resistencia y una mejor coordinación para promover una mejor salud física y un mejor estado físico.
El vínculo que se crea entre el caballo y el niño también puede tener enormes beneficios psicológicos, ya que ayuda a reducir la ansiedad y a afrontar mejor los problemas emocionales. Por ello, la equitación se utiliza como herramienta terapéutica para los niños discapacitados y puede aportar los mismos beneficios a los niños con capacidad mental y física.
Experiencias vitales
La mejor manera de aprender lecciones de vida importantes es a través de la experiencia.
Caerse y volver a subirse al caballo enseña a los niños a ser perseverantes, a lidiar con el miedo, a desarrollar la empatía por el caballo y a que el trabajo duro produce éxito y recompensas. Estas son valiosas lecciones de vida que les servirán en el futuro.
También les enseña a tener un sano respeto por todos los seres vivos y que la paciencia y la determinación son la clave para alcanzar el éxito. Los niños dedicados que llegan a competir en eventos hípicos aprenderán a trabajar en equipo y una variedad de habilidades adicionales.
Mejora de las habilidades sociales
La equitación no sólo tiene que ver con el vínculo que se crea entre el caballo y el niño, sino también con la interacción social que supone unirse a un club o a clases de equitación para grupos.
Proporciona la oportunidad de conocer e interactuar con otras personas de diferentes ámbitos de la vida fuera de la escuela y de su entorno social habitual, lo que les permite formar amistades basadas en el amor y la comprensión mutua de los caballos.
Los expertos en salud holística de Shenko Vitality señalan que “los niños que tienen problemas en la escuela, especialmente de carácter social, pueden beneficiarse enormemente de encontrar amigos en un entorno diferente. Un nuevo entorno puede abrir toda una serie de nuevas oportunidades para formar relaciones.”
Confianza y autoestima
La capacidad de montar y controlar un caballo grande puede dar a un niño un enorme impulso de confianza y mejorar su autoestima. Cada pequeño éxito, los elogios que reciben por sus logros y la experiencia en sí misma pueden ser increíblemente gratificantes.
La equitación puede establecer una pasión por los caballos para toda la vida, desde el simple contacto con los animales hasta el acicalamiento y el aprendizaje de los cuidados que necesita el caballo. El quiropráctico de animales Keith Maitland señala que el fuerte vínculo que se crea entre el caballo y el jinete también puede proporcionarles un sentido de pertenencia que también ayudará a aumentar la confianza en otras interacciones sociales. Si pueden ser amigos de un animal tan grande, hay menos razones para temer otras relaciones.
Responsabilidad
La equitación y el cuidado de un caballo conllevan una gran responsabilidad que se transmite al niño.
Este sentido de la responsabilidad a menudo se aprende sin saberlo, aunque el niño quiere satisfacer las necesidades básicas del caballo, como alimentarlo, asearlo y limpiarlo, y aprende a prestar atención al comportamiento y la salud del caballo o poni.
Enseña al niño a anteponer las necesidades del caballo y, por tanto, de los demás, y desarrolla la compasión y la empatía. Aprenderán la importancia de la disciplina, el respeto y una serie de habilidades adicionales de una manera cariñosa y nutritiva.
A primera vista, la equitación puede parecer simplemente una actividad divertida, pero tiene muchos más beneficios y oportunidades de aprendizaje.
Aunque el aspecto lúdico de la equitación puede ser el más atractivo para un niño, también puede atraerle la oportunidad de formar parte de una comunidad, hacer nuevos amigos o el cuidado de los caballos, todo ello mientras se beneficia del impacto positivo en su bienestar físico, mental y psicológico.
Si su hijo muestra interés por la equitación, anímelo y tenga en cuenta que aprenderá importantes lecciones de vida, experimentará un aumento de la confianza en sí mismo, mejorará sus habilidades sociales y desarrollará un gran sentido de la responsabilidad al estar cerca de estos increíbles animales.
Recoge las recompensas de un niño más feliz y saludable y ¡monta a caballo!